jueves, 2 de julio de 2009

En el corazón de las tinieblas


Retomo este título acuñado por Joseph Conrad para hablar sobre una de las pequeñas grandes tragedias que embargan la inmediatez del pancracio nacional. Ya lo dijo en el pasado el señor André Bretón: México es un país surreal; imposible sería armar un teatro fársico y barroco, cuando lo que se tiene es una realidad, así: fársica y barroca. De esta forma, parida como por un Dios de corte bacanal, tenemos a la lucha libre mexicana y a todas las calaveras y diablitos que de ella podrían producirse. La noticia de esta semana, se adhiere a esa pequeña cadena de sucesos desafortunados, que podrían formar parte de algún guión cinematográfico, salido de la pacheca mente del señor Alejandro Jodorowsky.
La madrugada del miércoles primero de Julio del año en turno, se descubrieron, en un hotel cercano a la Arena Coliseo, los cuerpos sin vida de los gemelos Alberto y Alejandro Jiménez, que fueran mejor conocidos, en el ambiente de la lucha independiente, como Parkita y Espectrito. Las investigaciones señalan que, tras su participación en una función luchística el pasado fin de semana en tierras tapatías, estos luchadores de pequeñas dimensiones, regresaron a la ciudad a festejar al estilo Jalisco, a Garibaldi, el mismísimo corazón de las tinieblas de una de las películas (Santa Sangre) del “director de cine” citado en el párrafo anterior. Ya entrada la noche las ahora víctimas, se encaminaron por la calle Incas al hotel Moderna, acompañados de lo que al parecer, eran un par de prostitutas. Horas después, estas chicas saldrían con un par de bolsas, dejando adentro de la habitación, una suerte de trágico surrealismo, la escena imperfecta y mágica de un crimen a cuentagotas. Pasado algún tiempo el encargado del hotel acudiría a tocar la puerta de la habitación, para avisar el término del tiempo por el que había sido alquilada la pieza. Tras no recibir respuesta alguna, el empleado abriría la puerta del lugar, encontrando sobre el par de camas, los pequeños cadáveres de los luchadores. Se sospecha que los ahora occisos fueron probablemente, víctimas de una banda de prostitutas conocidas como las “goteras”, un grupo delictivo cuyo modus operandi, es la de sedar a su clientela con gotas oftálmicas diluídas en bebidas alcohólicas, para a la postre dejar inconscientes a sus víctimas y llevarse sus pertenencias.
El término “Divertirse como enanos”, acá tocó una trágica escala de notas, que, acompañada con las lluviosas y tristes mañanas de verano capitalino, trajeron como consecuencia una noticia tan negra como la noche.
Descansen en paz este par de inmortales de los encordados nacionales. Ya el cielo abrió sus puertas para sus pequeños luchadores.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

y q hay de abismo negro? esa también fue una gran perdida y en poco tiempo seguida de esta q ahora nos aconteció

segun me entere las prostitutas tenian 60 y 45 años de edad respectivamente y eran enanas también.. eso sí q te hace pensar en algo todavía más denso q una escena del joder-osqui

más bien México vive una realidad fálica no fársica, porque a todos no carga el payaso en eso de la economía jeje

Poeta Nómada dijo...

En un país tan suerrealista sus elementos sólo pueden diluirse por el mismo surrealismo que los engrendró.
Una gran pérdida para el espectáculo y deporte luchístico mexicano de una manera crudamente surrealista, la parca mexicana siempre colorida y ataviada de risa, oculta bajo esa sonrisa esquelética una realidad y crueldad que no conoce límites, donde un para de luchadores pueden ser matados por sobredosis de sedantes por un par de prostitutas...

Diego Aragón dijo...

orale... que historia... por cierto me da mucho gusto ver que has revivido este tu blog mr david, a pesar de no ser un asiduo del internet me pasearé por aquí asiduamente

Itzel dijo...

Divertise como enanos jejejejeje, me encanta deivil, el humor negro de esta maldita vida. Pobre par de cabrones.
Surreal? no, en Mèxico no, en Mèxico es chiste nada màs, un buen chiste de una malìsima suerte.
Ojalà asì acabè tambien, no muerta por prostitutas, sino en una situaciòn tan bizarra, que de risa.
Un abrazo.

Reptante dijo...

La única aparición, y tal vez la última verdad Adrián. Bueno, como sea, nunca fui fan del abismo negro, aunque su muerte fue igual de trágica y sui generis que la de los miniluchadores. Eso que ni qué.

Lo de que eran enanas, creo que ahí sí te pusiste a editorializar demasiado, eran feas, más feas que las ratas, y sí, totalmente un rojo joder-osquiano. Así las cosas.

Ya entiendo eh, con que a todos nos la meten doblada en eso de los números, suena mejor así que fálica, no es una palabra muy de mi agrado, no sé, palabras como prosopopeya y esos términos freudianos me dan como no sé qué al pronunciarlos.

Gracias

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Pues sí, carne de la misma carne vendrá a cerrar la puerta del ataúd de tu suerte, así les fue, y por algo su destino fue tan raro como sus vidas. Descansen en paz estos muchachos.

Gracias por pasar Décimo.

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Bueno, don Diego, espero que sea cierto eso de que seguirá paseándose por la red, ya es justo que siga subiendo trabajos a su blog, que en verdad, está re bueno.

Saludos.

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Cierto Itzel, de tanto horror se pierde el horror y ya es eso, humor negro e historias para acompañar las mañanas con un periódico en el fatídico camino al trabajo, en el metro, ya sólo eso.

Qué mal.

Un beso amiga grosera.