sábado, 13 de marzo de 2010

Alicia, muchos años después.




En verdad que asistí al cine con la premisa de esperar lo peor, puesto que, con sus dos anteriores realizaciones, El cadáver de la novia y El barbero del diablo, el señor Tim, me había dejado con mi hambre de narrativa sin llenar. Antes que nada, y sin afán de ofender a los que toman las obras de Lewis Carrol como su propia biblia, debo decir que esta vez el señor Burton, se esmeró por generar una línea narrativa con sus tres necesarias etapas de un planteamiento, un desarrollo y un desenlace sino inesperado, al menos más afortunado que en sus últimas grandes decepciones. El personaje de una crecida Alicia, con las resacas de una pesadilla contínua durante más de una década, alimentadas por las dos obras del escritor ya mencionado, marcan el silbatazo inicial de salida, para un mundo burtoniano con reminicencias de carácter, emparentadas a su gran obra "Eduardo Manos de tijera". Extraña, ajena al microcosmos dominante, con la herencia genética de un padre incomprendido para sus tiempos y cargando sobre sus hombros, la pesada loza del luto por la pérdida del mismo, la historia de Alicia brinda guiños, a aquella obra de nuestro genio oscuro de los filmes españoles, "El laberinto del fauno", para explicar en su psicología del escape, el tener que recurrir a un mundo paralelo para no caer hecha girones ante la realidad aplastante.
Si bien la peli no es de un negro, más negro que la noche, ni de alcances sombríos épicos, como nos gustaría que tal vez fuera, dadas las características del director en turno, hay que tomar en cuenta que la casa productora de esta peli, y quien tiene los derechos de las obras de Carrol, son los estudios disney, una empresa dedicada al cien a un público infantil y adolescente, por lo que no podríamos esperar un desgarriate visual de oscuridad al estilo Rob Zombie. En contraparte, también habría qué definir los elementos conformantes del discurso cinematográfico Burtoniano (existencialismo para principiantes más unos toques de goticidad para niños) antes de emitir juicios a la ligera, diciendo que la casa del ratón absorvió al padre putativo de Bettlejuice.
Habría también que poner en claro una cuestión, la obra de Carroll no sería tan famosa de no ser por esa primera realización encabezada por Walt Disney de 1951, la cual, no fue posible después de más de un par de décadas de obsecada búsqueda de recursos monetarios, para llevarla a una realidad animada con el trabajo de más de 750 artistas gráficos y cinco directores.
Ahora surge la misma pregunta, como sucede casi siempre que se lleva una de estas obras literarias a la pantalla grande: ¿A qué lector le gusta que se metan con su imaginación, o su particular percepción del mundo fantástico?... Supongo que casi a nadie, por eso es que Burton retoma los personajes de las dos Alicias de Carroll para generar su propia secuela, tomando como supuestos todos los hechos sucedidos en el pasado.
En el renglón tocante a las actuaciones, como ya es una reiterada costumbre, nos volvemos a encontrar con la señora Bonham Carter y el siempre joven, e infumable para algunos, Johnny Depp, que en esta ocasión, en sus papeles de la reina roja y el sombrerero, hacen gala de la rama psicofísica de la actuación chejoviana, siempre tan característica en los filmes de Burton, para brindar soporte al personaje principal de Alicia, una cara nueva del cine australiano, con mucho trabajo aún por desarrollar. Por otro lado, Ann Hathaway, en su papel de la reina blanca, una mezcla de glamour gay y mortuorio, brinda, con su sobreactuados modales, una rara chispa a la peli. Las animaciones de los personajes circundantes son de una chispa loca y mágica sin parangón alguno, destacando las del conejo blanco con brotes psicóticos, el gato con cualidades fantasmales, la oruga pacheca, los pelones imbéciles y las barajas rojas que ahora lucen más sombrías que de costumbre, como si se hubiesen fusionado con jugadores de futbol americano.
La música de Danny Elfman, si bien es algo reiterativa y pan con lo mismo de lo que le conocemos durante su trabajo con Burton, brinda un marco sonoro contenido y adecuado a los cambios dramáticos y atmósfericos de la cinta. Ahora bien, el tema final a cargo de la canadiense Avril Lavigne, la burguesita pseudorebelde absorvida en su totalidad por la cultura pop, viene con un tema no tan malo, a terminar de confundir a la audiencia que esperaba de Burton otra cosa. Le mete una estocada final a este "realizador de culto". Por suerte habrá quienes aprecien el esfuerzo realizado, de eso, estoy seguro. Y los niños... Pregúntele mejor a los niños, que fue el público para el que fue hecho esta película.

Saludos.

8 comentarios:

Poeta Nómada dijo...

Señor David, tiempo sin pasar a su blog. A mi me gustaria hacer 2 aclaraciones fundamentales antes de que su escrito parezca una apología de la decadencia burtoniana que desde su indecible Cadaver de La Novia parece no poder salir del mismo estilo reiterativo.
Primero el hecho de Disney y el enfoque macabro de Burton generaron una quimera de pelicula que tiene sus alcances interesantes aunque más allá de los detalles técnicos, que diste muchos) deja un sabor a las crónicas de Narnia en la narrativa de la historia.
Segundo la pelicula esta basado unicamente en los personajes y situaciones de Lewis Carroll pero no respesta los planteamientos esenciales de ninguna de las 2 obras. Simplemente es un estilo muy "anime" de juxtaponer personajes luego "burtonizarlos" y sacar una pelicula cuyo contenido publicitario (ya que alicia es el viaje ácido de todos los adolescente snobs) y tenebrismo enuco dejan mucho que desear.
Si yo fuera niño de nuevo y pudiera ver con mas inocencia la vida me hubiera encantado la pelicula. La vi ahora que tengo 20 y exigí la devolucion de mii dinero.

Reptante dijo...

Pues qué bueno man, la neta yo por eso tengo mi membresía del cine, para "no pagar", por lo que tal vez me daría codo pagar. Ahora bien, creo que también son esos jóvenes snobs de los que hablas, los que andan por las calles lanzando vituperios, diciendo que se sienten robados, que el culito les duele, que Burton no es lo mismo que era antes. No sé, la verdad, toda esa gente que exige tanto de otras personas, mejor debería comenzar a exigirse a sí mismos, y si no les late lo que ven, que generen nuevos referentes, que las tendencias, como las modas, son un sueño, que se terminan. Pero bueno, yo sé a bien que no es bueno meterse con la imaginación de otros, con su forma de comprender el mundo de otros; sólo defiendo, lo que como realizador de cine, significa poder levantar un proyecto de estos tamaños, patrocinado por quien sea patrocinado.

Es bueno tenerte cerca otra vez Décimo.

Saludos.

Lilyán de la Vega dijo...

Hola David,

Yo también tenía mucho tiempo de no pasar por aquí. Hoy, por alguna causa llegué a tu blog y me encontré con la agradable sorpresa de leer una reseña que reconoce lo reconocible de Alicia.

Comparto tu apreciación, en palabras nada técnicas, a mí sí me gustó. Me encantó esta otra perspectiva de los personajes de Alicia, y de Alicia misma.

Sin ánimo de convencer a nadie, porque es evidente que de cine culto no sé nada, puedo decirte que -salvo el final con moraleja forzadísima-, disfruté mucho con la vista, el oído y la mente buscadora de poesía y cuestionamientos existenciales de esta película burtoniana.

Los que saben dicen que se perdió el espíritu Carrolliano, para mí fue una mirada fresca de una película que de niña no entendí, de adolescente (seguramente snob) me encantó, y que ahora, desde mi adultez sin pretensiones cinéfilas, me hizo soñar con imposibilidades y locuras más virtuosas.

Un abrazo, Reptante... ¡extraño tus visitas a mis blog, que ciertamente habían estado un poco dormidos, pero que ahora retomo!

Reptante dijo...

Mil gracias por tu visita Lilyán, quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas. Y es chido verte otra vez por acá. Precisamente fue por algun error que caí a tu blog cuando yo comenzaba la segunda parte de este blog que anduvo algunos años por las calles de la amargura. Y qué bueno que por errores del sistema o ve tú a saber porqué fue que decidiste regresar, te tenemos de vuelta. Por otro lado, en efecto, creo que es bien poquita gente, salvo los niños, o salvo esa gente que no se cree experta en todos los ámbitos de la vida, la que mete las manos al fuego por esta película, que en el hecho de desmarcarse de las obras literarias anteriores y retomar aspectos mágicos que al menos a mi me vuelven loco creo que cumplió su cometido.

Así las cosas Lily, yo cuando la vi de niño al igual que tú no le entendí ni madres, es más, hasta me aburrió. Ya no la volví a ver de grande y ahora que la veo revolucionada, cambiada, crecida, me ha gustado.

Un abrazo compañera. Hasta pronto.

Megara900 dijo...

No pues usted si que se ha aventado toda la saga de Burton, ahora si que lo veo a usted como un cineasta, esconde bien su dulzura de poeta. Y de no ser por leer su reseña hubiera esperado algo parecido al Cadáver de la novia. Todos los personajes de Burton son inolvidables. Como yo no se mucho del cine, le diré solamente que usted magnifica los detalles, tiene buen ojo para analizar la música, el ambiente, incluso a los actores y supongo que debe hacerlo porque algún día usted hará sus propias películas reptantes jeje. Y pues no se para quién sean las películas que haga Burton, si para los niños o los adultos, pero como usted dice, es perturbante para nosotros que se metan con nuestra imaginación. Me ha gustado como ha descrito al gato fantasmagórico jeje y a las cartas jeje

Definitivamente la veré pronto.

Reptante dijo...

Tú siempre tan halagadora amiga Ali, creo que te contrataré como publirrelacionista o jefa de propaganda el día en que me decida a aspirar a algun cargo político. Por otro lado, no sé qué tan bueno sea yo haciendo "como análisis" de corte cinematográfico, digamos nada más que cuando algo me interesa o algo es de mi agrado, normalmente me gusta hablar como se deba hablar de ese algo, y además pues recomendarlo. Un beso Margot. Cuídate amiguita.

Daniela Medina Alarcón dijo...

¿qué te digo?... por más que intento que me guste un poquito más... no puedo... me quedé con ganas de salir emocionada, de encontrar -aunqeu fuera un poquito- a la Alicia de Lewis Carroll... pero bueno... creo que seguiré leyendo los textos y procurando superar la peli... pasa mi blog, anda nocturno :p

Reptante dijo...

Daniela... Palabras necias a oídos sordos. No te pienso convencer de nada. Saludos.